Aquí va un cuento que no es propiamente de la época de la revolución mexicana sino que es de una etapa en la historia de México en la que se consolidaban los resultados de la Revolución mexicana principalmente debido a la repartición de tierras. El cuento es La muerte tiene permiso de Edmundo Valadés y es uno de los mejores cuentos de toda la literatura mexicana .
LA MUERTE TIENE PERMISO
Sobre el estrado ,los ingenieros conversan ,se ríen .Se golpean unos a otros con bromas incisivas .Sueltan chistes gruesos cuyo clímax es siempre áspero .Poco a poco su atención se concreta en el auditoria .Dejan de recordar la ultima juerga , las intimidades de la muchacha que debuto en la casa de recreo a la que son asiduos .El tema de su charla son ahora esos hombres ,ejidatarios congregados en una asamblea y que están ahi abajo frente a ellos.
-Si debemos redimirlos .Hay que incorporarlos a nuestra civilización, limpiándolos por fuera y enseñándolos a ser sucios por dentro...
-Es usted un escéptico ingeniero. Además pone usted en tela de juicio nuestros esfuerzos, los de la revolución.
- ¡Bah! Todo es inútil. Estos jijos son irredimibles .Están podridos en alcohol, en ignorancia de nada ha de servirles repartirles tierras.
-Usted es superficial un derrotista, compañero .Nosotros tenemos la culpa .Les hemos dado las tierras ¿y que estamos muy satisfechos ?Y el crédito los abonos, una nueva técnica agrícola, maquinaria ¿van a inventar ellos todo eso?
El presidente mientras se atusa los enhiestos bigotes, acariciada asta por la que iza sus dedos con fruición observa tras sus gafas inmune al floreteo de los ingenieros .Cuando el olor animal, terrestre, picante de quien se acomoda en las bancas, cosquillea su olfato, saca un paliacate y se suena las narices ruidosamente .El también fue hombre de campo .Pero hace mucho tiempo .Ahora de aquello, la ciudad y su posición solo le han dejado el pañuelo y la rugosidad de sus manos.
Los de abajo se sientan con solemnidad, con el recogimiento del hombre campesino que penetra en un recinto cerrado: la asamblea o el templo. Hablan parcamente y las palabras que hablan dicen de cosechas, de lluvia, de animales de crédito .Muchos llevan sus itacates al hombro, cartucheras para combatir el hambre .Algunos fuman sosegadamente sin prisa, con los cigarrillos como si les hubiesen crecido de la propia mano.
Otros de pie, recargados en los muros laterales, con los brazos cruzados sobre el pecho, hacen una tranquila guardia.
El presidente agita la campanilla y su retintín diluye los murmullos .Primero empiezan los ingenieros .Hablan de los problemas agrarios de la necesidad de incrementar la producción, de mejorar los cultivos.
Prometen ayudar a los ejidatarios a, los estimulan a plantear sus necesidades.
-Queremos los, pueden confiar en nosotros.
Ahora es el turno de los de abajo. El presidente los invita a exponer sus asuntos .Una mano se alza tímida .Otras la siguen. Van hablando de sus cosas, el agua el cacique, el crédito, la escuela. Unos son directos, precisos, otros se enredan, no atinan a expresarse. Se rascan la cabeza y vuelven el rostro a buscar lo que iban a decir, como si la idea se les hubiera escondido en algún rincón ,en los ojos de un compañero o arriba donde cuelga un candil.
Allí en un grupo, hay cuchicheos .Son los del mismo pueblo .Les preocupa algo grave .Se consultan unos a otros ;consideran quien es el que debe de tomar la palabra.
-Ándale, levanta la mano...
La mano se alza, pero no la ve el presidente .Otras son mas visibles y ganan el turno .Sacramento escudriña al viejo. Uno , muy joven, levanta la suya ,bien alta. Sobre el bosque de hirsutas cabezas pueden verse los cinco dedos morenos, terrosos .La mano es descubierta por el presidente. La palabra esta concedida.
-Órale, párate.
La mano baja cuando Sacramento se pone de pie .Trata de hallarle sitio al sombrero. El sombrero se trasforma en un ancho estorbo, crece no cabe en ningún lado. Sacramento se queda con el en las manos. En la mesa hay señales de impaciencia .La voz del presidente salta, autoritaria, conminativa:
-A ver ese que pidió la palabra, lo estamos esperando.
Sacramento prende sus ojos en el ingeniero que se halla a un extremo de la mesa. Parece que solo va a dirigirse a el; que los demás han desaparecido y únicamente han quedado ellos dos en la sala.
-Quiero hablar por los de San Juan de las Manzanas. Trajimos una queja contra el presidente municipal que nos hace mucho la guerra y ya no lo aguantamos. Primero les quito sus tierritas a Felipe Pérez y a Juan Hernández, porque colindaban con las suyas .Telegrafiamos a México y ni nos contestaron .Hablamos los de la congregación y pensamos que era bueno ir al agrario, pa la restitución. Pos de nada valieron las vueltas ni los papeles, que las tierritas se le quedaron al presidente municipal.
Sacramento habla sin que se alteren sus facciones .Pudiera creerse que reza una vieja oración de la que sabe muy bien el principio y el fin.
-Pos nada, que como nos vio con rencor, nos acuso, quesque por revoltosos. Que parecía que nosotros le habíamos quitado sus tierras. Se nos vino entonces con eso de las cuentas; lo de los prestamos siñor , que dizque andábamos atrasados. Y el agente era de su mal parecer , que teníamos que pagar hartos intereses. Crescencio ,el que vive por la loma , por ai donde esta el aguaje y que le intelige a eso de los números , pos hizo las cuentas y no era verda :nos querian cobrar de mas.Pero el Presidente Municipal trajo a unos señores de Mexico, que con muchos poderes , y que si no pagabamos ,nos quitaban las tierras. Pos como quien dice ,nos cobro a la fuerza lo que no debíamos...
Sacramento habla sin énfasis ,sin pausas premeditadas. Es como si estuviera arando la tierra. Sus palabras caen como granos, al sembrar.
-Pos luego lo de m'ijo señor .Se encorajino el muchacho. Si viera uste que a mi medio mala idea .Yo lo quize detener .Habia tomado y se le enturbio la cabeza .De nada me valio mi respeto.Se fue a buscar al Presidente Municipal para reclamarle ...Lo mataron a la mala, que dizque se andaba robando una vaca del Presidente Municipal.Me lo devolvieron difunto ,con la cara destrozada...
La nuez de la gargante de Sacramento ha temblado.Solo eso. El continua de pie , como un arbol que ha afianzado sus raices . Nada mas.Todavia clava su mirada en el ingeniero ,el mismo que se hallaba en el extremo de la mesa.
-Luego ,lo del agua.Como hay poca, porque hubo malas lluvias,el Presidente Municipal cerro el canal.Y como se iban a secar las milpas y la congregacion iba a pasar mal año,fuimos a buscarlo; que nos diera tantita agua ,siñor, para nuestras siembras.Y nos atendio con malas razones, que por nada se amuina con nosotros.No se bajo de su mula, pa perjudicarnos.
Una mano jala el brazo de Sacramento .Uno de sus compañeros le indica algo.La voz de Sacramento es lo unico que suena en el recinto.
-Si todo esto fuera poco ,que lo del agua ,gracias a la virgencita ,hubo mas lluvias y medio salvamos las cosechas ,esta lo del sabado.Salio el Presidente municipal con los suyos, que son gente mala y nos robaron dos muchachas;a Lupita ,la que se iba acasar con mi hermano , y a la hija de Crescencio.Como nos tomaron desprevenidos, que andabamos en la faena, no pudimos evitarlo .Se las llevaron a fuerza al monte y ahi las dejaron tiradas .Cuando regresaron las muchachas en muy malas condiciones ,porque hasta de golpes les dieron ,ni siquiera tuvimos que preguntar nada.Y se alboroto la gente de a deveras ,que ya nos cansamos de estar a merced de tan mala autoridad.
Por primera vez,la voz de Sacramento vibro .En ella latio una amenaza,un odio.una decision ominosa.
-Y como nadie nos hace caso,que a todas las autoridades hemos visto y pos no sabemos donde andara la justicia ,queremos tomar aqui providencias.A ustedes -Y Sacramento recorrio a cada Ingeniero con la mirada y la detuvo ante quien la presidia-,que nos prometen ayudarnos, les pedimos su gracia para castigar al Presidente Municipal de San Juan de las Manzanas. Solicitamos su venia para hacernos justicia por nuestra propia mano...
Todos los ojos auscultan a los que estan en el estrado. El presidente y los ingenieros, mudos, se miran entre si. Discuten al fin.
-Es absurdo, no podemos sancionar esta inconcebible peticion.
-No compañero no es absurda .Absurdo seria dejar este asunto en manos de quienes no han hecho nada, de quienes han desoído esas voces.Seria cobardia esperar a que nuestra justicia hiciera justicia;ellos ya no creeran nunca mas en nosotros .Prefiero solidarizarme con estos hombres con su justicia primitiva ,pero justicia al fin;asumir con ellos la responsabilidad que me toque .Por mi no queda sino concederles lo que nos piden .
-Pero somos civilizados, tenemos instituciones no podemos hacerlas a un lado.
-Seria justificar la barbarie,los actos fuera de ley.
-¿Y que peores actos fuera de ley que los que ellos denuncian?Si a nosotros nos hubieran ofendido como los han ofendido a ellos;Si a nosotros nos hubieran causado menos daños que los que les han hecho padecer,ya hubieramos matado,ya hubieramos olvidado una justicia que no interviene.Yo exijo que se someta a votacion la propuesta.
-Yo pienso como usted, compañero.
-Pero estos tipos son unos ladinos, abría que averiguar la verdad. Ademas no tenemos autoridad para conceder una peticion como esta.
Ahora interviene el Presidente .Surge en el la voz de hombre de campo.Su voz es inapelable.
-Sera la asamblea la que decida .Yo asumo la responsabilidad.
Se dirige al auditorio.Su voz es una voz campesina,la misma voz que debe de haber hablado alla en el monte,confundida en la tierra,con los suyos.
-Se pone a votacion la proposicion de los compañeros de San Juan de las Manzanas.Los que esten de acuerdo en que se les de permiso para matar al Presidente Municipal, que levanten la mano...
Todos los brazos se tienden a lo alto. Tambien las de los ingenieros .No hay una sola mano que no este arriba,categoricamente aprobado.Cada dedo señala la muerte inmediata,directa.
-La asamblea da permiso a los de San Juan para lo que solicitan.
Sacramento ,que ha permanecido en pie,con calma, termina de hablar.No hay alegria ni dolor en lo que dice,su expresion es sencilla,simple.
-Pos muchas gracias por el permiso,porque como nadie nos hacia caso,desde ayer el Presidente Municipal de San Juan de las Manzanas esta difunto.
Valdes Edmundo la muerte tiene permiso pp9-15
3 comentarios:
De hecho este cuento es uno de mis favoritos entre mis favoritos...
Espero que hayas encontrado la rolilla de Mago de Oz ...alma de se llama...grax por tus vicitas y comentarios
mantis05@msn.com
por si gustas agregarme
que tal timur! la muerte siempre tendra el permiso de llevarnos a la chingada snif! saludos!
no le entendi al cuento
ala primera vez, lo tube que leer
3 vecas
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