9.3.07

A una palida

Aqui dentro ,fuego;ahi fuera nieve...Asi eres tu,como dijo aquel poeta que tambien te quizo:
...Fuego en el corazón ,nieve en el rostro...Fuego como éste ,calor de hogar manso,tranquilo, no enervante como el del sol de estío, que ata el ingenio y para la fantasia, y traba al par los movimientos del cuerpo y del pensamiento:fuego tranquilo del que no hay que temer que suba a incendio, fue alimentado de excelsas materias, de troncos generosos que un dia tuvieron flores, y cuando ya no las tienen, privados de alegrarnos co ellas los ojos, se dan en pasto, a la llama para volver a ser útiles y prestarnos abrigo y consuelo...
Tal hubiera sido tu amor, estoy seguro,Primero flores, luego luz y calor.
¡Si la vieras esta noche que bonita tu a quien tanto gusta la nieve!
¡Si pudiera yo verla contigo a quien tanto gustas tu!
Ha caido de repente y dura un momento,
No es la nieve frecuente encanto de estos climas, como en el mundo sois raras las muchachas como tú.
Aparece siempre a nuestros ojos,como espectáculo nunca visto, y con la intensidad y fuerza de un pensamiento nuevo.
Así, a través de uno y otro año, de uno y otro dolor verdadero, y de una y otra ficticia ventura, viene,blanca como la nieve, tu memoria a llenar de poetico encanto el pensamiento.Baja sobre el mansamente ,como bajan sobre el agostado jardin esos copos y le van formando esa blanca vestidura, que con ser tan fria, parece que ha de abrigarle y protegerle.
Como es tan raro que nieve,hasta la luna esta esquiva de quien apena conservamos la memoria,se ha dignado salir a verla.
Yo la he saludado con la misma alegria que ati,cuando pasado un luto, apareces en una fiesta, y pensando en ti, me he puesto a caontemplar el maravilloso espectáculo de sus reflejos sobre la nieve.
¡Que luz tan melancólica,tan hermosa!¡Que musa!
La nieve, que es triste,parece sonreir ante las caricias del astro,como se sonrie tu rostro pálido al sentir, sobre si la luz de unos ojos.
¡Si pudieras verla, tú a quien tanto gusta la nieve!
Durará un momento;pero la impresión de esta blancura , de esta delicada belleza de nieve, vivirá aún largo rato en mis ojos, como en mi memoria la de tu hermosura, con que me alumbro entre las tinieblas y obscuridades de la vida.
A mí me gusta la nieve porque te gusta a ti, y a ti te gusta porque es blanca.
Y repara que quizas, no he dicho una simpleza.Blancos son tus pensamientos, y tus sueños y tu alma, y tu rostro, y blanco tiene que ser todo lo que te guste, y por ser blanco tiene que gustarte,porque lo blanco es la pureza,lo inmaculado, lo no vulgar;y tu no puedes encontrar bello nada que no sea así.
En el jardin del mundo, del que sois vosotras las flores-y nosotros pudiesemos ser los árboles, quién el fuerte roble, quién el laurel glorioso, quien ¡ay! el cipres tristisimo,-las hay de todos colores y aspectos.Prefiere uno los claveles porque son alegres; otro los encuentra vulgares y elige la rosa té, por lo triste, por lo aristocrática;hay quien escoge los pensamientos, por lo que significan,¡ y no se paga de exteriores encantos!...
Pues bien, en ese jardín tú eres la rosa blanca, la que todos admiran, aunque sin atreverse a aspirar de ella ,la que no se discute, la que no admite comparaciones ni rivalidades.
El blanco, es la suma de todos los colores, de todas las bellezas de la vida, por lo tanto.
La pureza, que es el blanco entre los matices del espiritu, es la suma de todas las virtudes del espirítu, de todos los afectos tiernos y generosos.
Vista a través de tu alma, la vida y la naturaleza humana se transfiguran y embellecen;bajo ella ocultan sus esperanzas la una, su flaqueza y miseria la otra.En lo cual eres todavia, igual que la nieve, que cubre con su inmaculada alfombra el lod y el sucio aspecto de la calle o el camino.
¡Celestemente hermosa sois tu y la nieve!
Parecen estos copos, pétalos de rosas blancas que alguien se entretiene en deshojar allá arriba.
Dirpiase que ibas a pasar tu por debajo.
Y eso parece tu rostro; no blanco sino nevado.Pálido no por falto de color, sino por sobra de blancura...
Hermosas sois ty y la nieve.
¿Por qué va a ti mi pensamiento siempre que ve nevar?
Tambien es blanco el sol y no se te parece, sin embargo.
¿Sera que son tristes la nieve y tu recuerdo?
Ello es de que tal modo os asocio yo y mi mente, que no parece sino que eres tú la que nieva.
Marcelino Menéndez y Pelayo

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué poético te has puesto hoy... Yo tengo el sol acariciando mi cara y me da un gustito...

Anónimo dijo...

Algo así como el ying y el yang pero al final de los extremos se complementa y forman una sola unidad, un solo sentir.

Y coincido con agita, hoy te salio la vena sensible. Es bueno descubirte así.

mireias32 dijo...

Bueno, pues a pesar de la foto de entrada, todos tenemos nuestro corazon
Besos y demás
Lady bourbon

JP dijo...

Hola! Saludos y buen fin de semana

Sebastián Liera dijo...

"¡Qué pena morir, cuando me queda tanto por leer!".

Anónimo dijo...

Nunca me había fijado en Goliath...

Anónimo dijo...

Timur no viene al caso ¿pero ya listo para Cumbre?

Saludos.

mireias32 dijo...

Venía a ver si habíamos actualizado... Saludos y besos de domingo***

OoOo*Tinkerbell*oOoO dijo...

Hola!!!

ke lidnoooo!!!

espero ke ests bn!!

salu2

mireias32 dijo...

Querido Timur. Te informo que me han salido cuatro canas nuevas esperando textos nuevos. Me pagarás el tinte en la peluquería jajajaa. Saludos y besos de lunes***

Anónimo dijo...

A mí me han salido 5!!!! me vas a tener que pagar la peluquería e invitarme a un bocata de jamón

JP dijo...

wenas , de nuevo por aki
saludos

✞ঔৣJořɠɛ V1lchi5.ঔৣ✞ dijo...

neta yo igual ya tenia mucho que no me lanzaba por aca

salu2