Los jóvenes están llenos de ardientes deseos y son capaces de realizarlos.Pero son volubles y prontos a hastiarse:desean ardientemente, y se fatigan enseguida; sus caprichos son vivos más bien que fuertes y duraderos, como el hambre y la sed de un enfermo.Son naturalmente irascibles, violentos;no saben dominar sus impulsos.
Cegados por la fuerza de sus sentimientos y por el amor propio, no pueden soportar el desprecio, ni sufrir una injusticia.
Son ambiciosos; pero sobre todo aman , el éxito, porque quieren, por encima de todo, ser los primeros, y que el triunfo asegure su superioridad.
Honores y victorias les parecen preferibles al dinero, que no aprecian mucho por no haber conocido todavía su necesidad.
Son más buenos que malvados, por no haber conocido el mal;confiados, porque no han sido engañados;llenos de esperanza, porque su sangre juvenil, los anima como un vino generoso, y también por no haber sufrido varias decepciones.
Viven, sobre todo, de la esperanza,porque la esperanza tiene ante sí el porvenir y no el pasado que jamas volverá.
Para los jóvenes el porvenir es largo y el pasado corto,porque en la primavera de la vida no hay recuerdos, pero se tiene derecho a todas las esperanzas.
Aristoteles
La primera juventud es edad de soledad y hastío. Invariablemente amábamos a alguna mujer - la mas bella del mundo, claro -que nos ignoraba sin remordimientos, aceptaba nuestro dolor y adoración, se conmovía, alguna vez nos pasaba la mano por los cabellos, se divertía, y pasaba de largo- como se dice en las novelas que por fortuna no he vuelto a leer-. Sufríamos como perros y nos queríamos unos a otros las que hermanos. Lo compartiamos todo y dejábamos de vernos sólo para dormir. Conocíamos nuestras obras renglón a renglón y nos parecían excepcionales. Nos admirábamos recíprocamente y mucho. Sí pues sonreíamos juntos, pero convengamos en que el cariño era grande y necesario- nuestro único apoyo-, y pasajero según dejaron ver los años. No vuelve a darse igual en la vida. Del amigo de la infancia nos separa la vocación, sobre todo si es ésta de escribir o la de la música; y de la segunda juventud en adelante nos separan las mujeres y el dinero que llega o que no llega. Allá en los veinte años hablábamos de ellas, por supuesto, pero ni de la que nos lastimaba, esa era zona prohibida, territorio de los poemas y las lamentaciones. Cada uno en su soledad y sus anhelos, queriendo estar en otra parte, asomado siquiera a los días, a las horas de la vanamente amada., detestando a los queridos conpañeros onmipresentes. Creíamos saber de ese tema, y de poesía y la literatura toda, y no sabíamos nada, o cuando mucho casi nada y todo lo dominábamos y todo nos dejaba inexplicablemente vacíos y de muchos modos hartos de nosotros mismos. Cuando algo comenzamos a conocer y aparecieron por fin verdaderas, las mujeres, una para cada uno - digamos-, cada quién echó por su rumbo a fingir felicidad y a hacerse de veras del oficio, que desde entonces se alargó hasta parecer inabarcable, interminable. Hablo de los que seguimos escribiendo sin tiempo, porque los que desertaron del mundo de la perduta gente, o los que iban para licenciados de cualquier cosa o para políticos o comerciantes, esos, siempre supieron cómo exprimir la existencia, como ser alegres violadores y las tardes severos profesionales de su íntima tontería, y siempre nos vieron con desdén. Recuerdo que una mañana, en la cantina El Paraíso, un tosco estudiante de Leyes que después se hizo abogado picudo en cuestiones de impuestos, me dijo, reblandecido por la reciente muerte de su padre: - Fíjate que me acordé mucho de tí. Ora que te ví, por esi te invité esta cerveza, me di cuenta que me he estado acordando mucho de tí. Porque estaba en Nueva York, tenia 2 dias de haber llegado cuando recibi un telegrama: que habia muerto mi padre. Ya no vi Nueva York, date cuenta. Cinco días en autobuses, de regreso. Imagínate. Y venía pensando: cómo envidio a ese cabrón, es loco, no sufre por una mujer, no sufre por los examenes, no sufre por recibirse de abogado ni por terminar siquiera la carrera, no sufre si se le muere su padre, no sufre, se cree genio, es un pinche loco medio divertido a veces, me cai que cómo lo envidio. Porque ¿Sabes qué Garibay? ( y esto puede que te sirva, estas a tiempo; quien sabe) la vida , si la tomas en serio, es cabrona, créeme, aquello de Castellanos Quinto ya se acabó. - Salud- le dije alzando el vaso. Me sonreía como a un irremidible discípulo, me miraban sus astutos ojos ciegos.
Ricardo Garibay
LA COBARDÍA Y LOS MIEDOS DE LOS JÓVENES (“De hoy… y… de ayer”)
Aunque es nadar contra corriente, pero como lo vengo haciendo desde hace ya “la tira de años”, no me viene largo… por ello “me lanzo a la corriente” y digo lo que pienso (espero que otros muchos también) y creo, que no es otra cosa que la cobardía enfermiza que las generaciones jóvenes padecen en esta tierra de civilización occidental y la que, ya ha acumulado “demasiados algodones”, por lo que conviene decir cosas que también, los cobardes políticos ni se atreven a tocar… incluso ni los clérigos más actualizados… sigue dando mucho miedo a denominar las cosas por su nombre, por crudo que sea.
Y aquí se viene hablando desde hace ya muchos años, de la falta de natalidad, de las dificultades de “los jóvenes” (viejos muchos, en vicios y experiencias, pero infantilmente mantenidos, por cuanto el voto joven interesa más que el viejo) y en las que les acompañan, sus también débiles padres, que no habiéndolos sabido educar, muchos de ellos, hoy los soportan en la casa paterna… “incluso con ya muchas canas y con algunos dientes o muelas menos de las que corresponden a la caja dental de su edad”… mientras muchos de estos “inservibles”, no carecen de muchos de los vicios que idiotamente, se han acostumbrado a mantener… “para sobrevivir y poder tirar de su inutilidad”… ¿Cuántos hay?... multitudes; vea en su entorno y multiplique por familias. De esto no hay estadísticas, no interesa.
Al hombre joven de hoy no le atrae la aventura que suponga esfuerzo para crear una familia, crear su propio trabajo y en fin, destacar como individuo útil a sí mismo y por ende, a la sociedad… “sí, algunos se descojonan para llegar a esas metas lejanísimas y a las que pocos llegan, puesto que la inmensa mayoría sucumbe”… sí, “el maldito deporte en sus miles de trampas y señuelos que los tiene envenenados. No hablemos de “las tablas y los discos”… o sea, la fama… la maldita fama, que a tantos millones de imbéciles destruye… y nadie, nadie, nadie… se preocupa por desenmascarar a tan terrible monstruo… simplemente no interesa a ese otro dios perverso, o sea… el consumo; y por ende, viene el embrutecimiento humano, que es de lo que hoy y siempre han vivido “los listos” de turno.
Por ello reitero. Démosle su nombre... ES COBARDÍA, ES MIEDO ENORME; es el resultado que hoy presentan esas generaciones "jóvenes" pero en mayoría, fofos y sin fuerzas para luchar noblemente en la lucha cotidiana por la vida... No culpemos sólo al Gobierno... en tiempos de Franco, se vivía mucho peor y con menos medios para todo y sin embargo; LE ECHÁBAMOS COJONES A LA VIDA; y yo mismo (y como yo cientos y cientos de miles) nos casamos y tuvimos hijos (yo 5 de los que 3 me viven y ya tengo seis nietos y otro que… “creo, viene”) y en mi caso me casé en 1963; aún vivo con mi esposa: "aguantándonos mutuamente como es humano ello y lo ha sido siempre, antes no había tanto drama como hoy y menos tanto asesinato, que no es otra cosa que cobardía". Entonces ... ni tenía casa propia, ni nómina fija... pero eso sí, con esos "cojones" supe aguantarme mis miedos (que los tuve como cualquier ser humano)... y nos lanzamos a la vida, mi esposa y yo (21 y 24 años) y en 1968, ya teníamos tres hijos y casa propia (uno se nos murió y otro moriría posteriormente)... ¡Y Dios nos fue ayudando y no nos ha faltado nunca nada de lo necesario y bastante más, de lo superfluo o innecesario... y sin necesidad de firmar nómina alguna! Mi esposa estuvo y sigue en la casa, administrando "el capital del hogar" familiar (donde una buena esposa ayuda con lo que sabe ahorrar).
¿HOY?... Esos cobardes que no tienen valor para asumir el matrimonio y la paternidad responsable, que "hasta los animales cumplen", para perpetuar las especies... esos cobardes, digo y reitero: Quieren un piso bien dotado (yo y millones como yo empezamos viviendo de alquiler); quieren un coche cada uno; quieren alcohol u otras drogas; vestimenta a la moda y muchas otras tonterías, donde se gastan el dinero cuantiosamente (de lo que luego idiotamente se quejan) y quieren no tener miedos ni preocupaciones; que son las palancas que hacen avanzar… ¿y se denominan hombres y mujeres?... ¿Nos reímos o los compadecemos?. Ambas cosas son preocupantes, pero por cuanto ocurre, no tienen estímulos para crear nada, salvo problemas para ellos mismos, sus padres… y sus descendientes, puesto que de tales “progenitores”… ¿qué generaciones pueden sucederles?... terrible pregunta, aún peor y más importante (si cabe) que las que nos hacemos en la actualidad.
¿Está claro el por qué vienen los inmigrantes a millones? Son mucho más fuertes que nuestros débiles “retoños” y es claro, se impondrán a estos antes o después… sino al tiempo.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org
Los jóvenes de hoy en día están, como se diría en mi tierra, refalfiados (esto es, cansados de todo lo material). Han perdido el respeto a los mayores, no saben lo que es la educación y carecen de toda moral. Sé que no se debe generalizar, pero basta con ver lo que ocurre en los colegios e institutos, por no hablar de las calles...
AgitatedSuzieQ
13 comentarios:
interesantes maneras de plantear varios problemas y tabúes acerca de la juventud, muy buenos pensamientos, algo extraños a la vez, pero ya se decia por ahi, juventud divino tesoro!!!
saludos timur, aqui estamos como siempre!
La juventud es un tesoro más problemático que divino.
Un saludo.
Juventud, divino tesoro digo yo también... ¿por qué nos hacemos viejos?
Yo es que hace poco fuí a visitar un instituto y la juventud que yo vi me dió mucho miedo....
Besos de Jueves
Lady Bourbon
Cojonudo post. No se si quedarme con Aristóteles por la actualidad de sus palabras o con García Fuentes por la triste realidad de sus palabras...
Leí lo que expones y ¿en qué punto estás tú?
Sería interesante saberlo ;)
saludos, de paseo por aqui!
Añade el mío:
Los jóvenes de hoy en día están, como se diría en mi tierra, refalfiados (esto es, cansados de todo lo material). Han perdido el respeto a los mayores, no saben lo que es la educación y carecen de toda moral. Sé que no se debe generalizar, pero basta con ver lo que ocurre en los colegios e institutos, por no hablar de las calles...
Yo creo que la culpa la tienen el TV por cable y los tonos de los celulares... tal vez antes la gente debia lanzarse a la calle para poder "vivir" ahora todo es una pseudo vida artificial de centros comerciales y una "pesadilla de aire acondicionado".
mi apoyo y mi afecto para vos.
Timur hola.
Muy interesantes ideas.
saludos
Que afectoso anda Duilio xD
En dónde trabajas ¿?
PD. Si, ya sé, no me vas a decir, pero bueno xD
Quería dejarte un post en la nueva entrada, pero no me deja, así que te lo digo aquí... ¡A la mierda con los jefes! ¡A la mierda con el trabajo!. Con dos... Te lo dice una, que vive feliz.
LA JUVENTUD A MI ME HA PESADO Y MAS DE LO QUE TE PUEDAS IMAGINAR, VIVO SOLO DESDE QUE TENGO 19 AÑOS, NO ME HA SIDO, AHORA A MIS 28 ME SIENTO UN VIEJO. NO VEO CLARO MI FUTURO Y SIN QUERER, HE TENIDO LOS COJONES PARA SEGUIR, A VECES AFLOJO, AL VER EN LA MALDITA TV ESOS MODELOS QUE TE QUIEREN IMPONER.
HE VIVIDO TANTO Y LO QUE ME FALTA.. EVITO LA TV SI NO, CREO QUE ME HUBIERA SUICIDADO.
LA NUEVA GENERACION, RECIEN DESEMPACADOS DE LA UNIVERSIDAD, CREEN QUE SE MERECEN UNA GERENCIA Y NO APRENDER A GANARSE LAS COSAS POR TRABAJO Y ESFUERZO. ESO ES TRISTE
ME GUSTO TU BLOG. SALUDOS
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